Homenaje a los arándanos

En lo que respecta a paisajes, los cultivos de arándanos son únicos. No encuentran sus fotografías en calendarios del Club Sierra, ni son destinos del típico viaje. Por supuesto, a menos que asistan al Festival del Arándano en Warrens, Wisconsin, al que afortunadamente fui con mi hija por una feliz coincidencia.

Los cultivos de arándanos son fascinantes. ¿Dónde más podrían observar un mar de granates brillantes y diminutos centelleando y agitándose sobre el agua? Observando el pantano inundado, uno no puede evitar preguntarse cómo llegaron ahí los arándanos, y qué camino nos llevó a través del follaje ordinario de Wisconsin hasta este maravilloso lago.

Cuando conducía con mi hija hacia abajo por el camino en pendiente para visitar nuestro primer pantano, ¿cómo describir nuestra sorpresa? Me vino a la mente que habíamos pasado demasiado tiempo en la ciudad, merodeando por el pasillo de alimentos preenvasados donde los arándanos están envueltos en plástico con instrucciones para hacer salsa. Ver a los arándanos en plena cosecha es mucho mejor.

Los arándanos son cultivados en pantanos, y cuando están listos para ser cosechados, los pantanos son inundados, liberando los frutos de las ramas. Cada uno contiene su propio bolsillo de aire, de modo que no se hunde en el lodo. Mi hija y yo nunca olvidaremos caminando en el aire fresco de otoño para agacharnos en la orilla y recoger puñados de arándanos para luego desperdigarlos nuevamente en el agua y verlos flotar hacia lo lejos.

Fascinada por nuestro encuentro inesperado, leí después que los arándanos son nativos de los Estados Unidos. No solo son un titán entre las súper frutas, los arándanos son la súper fruta de Norte América, habiendo sido preparados en comidas – purés, pasteles y tés – desde la época en que los indígenas nativos se extendieron por esta tierra.

Cuando el Mayflower vació sus escotillas de colonizadores europeos, empezaron a cocinar con la fruta. De hecho, algunas plantas de arándano son tan resistentes que en el área de Cabo Cod se estima que muchas tienen más de 150 años de edad. Por su color rojo brillante, tribus como los Lakota Sioux producían un pigmento a partir de la fruta. Ellos teñían espinas de puercoespín para usarlas en decoración y joyería. Los indígenas Lenni-Kenape de Nueva Jersey incorporaron los arándanos y sus hojas como símbolos de paz y amistad.

Aparte de su apreciada historia en el arte y cocina americanos antiguos, a los arándanos también se les atribuye propiedades de sanación. Con antioxidantes superiores a las uvas, el brócoli, las fresas e incluso (sí, lo diré porque es verdad) la espinaca, los arándanos ayudan a prevenir infecciones, combatir la inflamación, reducir las enfermedades cardíacas, fortalecer el sistema inmunológico, e incluso han aparecido en artículos médicos previniendo ciertas clases de cáncer. (1)

Se ha escrito que soñar con arándanos es un signo de buena fortuna, algunos sugieren que quien los sueña gozará de longevidad y buena salud. Ciertamente beber jugo de arándanos sin azúcar añadida a diario es mejor que una buena señal. Con sus incuestionables súper poderes, los arándanos pondrán al soñador sobre sus pies en un santiamén, en camino hacia su objetivo de longevidad al proveer grandes dosis de vitamina A y C, tiamina, riboflavina y niacina.

Al crecer de manera natural desde Wisconsin hasta Maine, estos frutos están en temporada desde septiembre hasta diciembre. Con solo 45 calorías por taza, los arándanos son súper estrellas de las festividades, haciendo su aparición en recetas dulces y saladas.

Para estas fiestas, ¿por qué no preparar este delicioso? Pan con arándanos y nueces—Con una textura similar a la de un bizcocho— o esta Salsa de arándanos frescos y nueces—Para ser compartido con amigos y familiares. El ácido de los arándanos contrasta con el pan de té dulce, dándole dimensión y profundidad.

- Kathryn Kruger para el equipo Veggie Fest

[1] Seeram N. P. et al (2006). Blackberry, black raspberry, blueberry, cranberry, red raspberry, and strawberry extracts inhibit growth and stimulate apoptosis of human cancer cells in vitro. J Agric Food Chem. 13, 54(25), 9329-39.

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