¡Granadas para las fiestas!

Ricas en vitamina C, potasio, fibra y rebosantes de antioxidantes, las granadas son una poderosa línea de defensa para combatir la artritis, la inflamación, el cáncer e incluso la enfermedad de Alzheimer.

Las preciosas semillas de rubí agregan una explosión de sabor tanto a ensaladas como a platos principales, y satisfacen los sentidos al mismo tiempo que fortalecen el sistema inmunológico. ¡Ganamos todos!

Del latín pōmum (manzana) y grānātum (con muchas semillas), la fruta crece en pequeños árboles que pueden sobrevivir en terrenos áridos. Cultivadas por miles de años desde Oriente Medio hasta el norte de la India y desde el Mediterráneo hasta África, las granadas han sido un alimento básico desde comienzos de la Edad de Bronce. Hoy en día, las granadas continúan incorporándose a estas cocinas como ingrediente principal y guarnición.

Más allá de sus posibilidades culinarias, la granada desencadena tantos símbolos como semillas tiene. En hebreo antiguo, su fruto representa la abundancia: se dice que una granada contiene 613 semillas, un paralelo exacto al número de mandamientos que se encuentran en la Torá (escrituras judías).

En la antigua Grecia, las granadas representan algo atractivo pero peligroso. La joven diosa Perséfone fue engañada por Hades, dios del inframundo, después de que la secuestrara y tratara de convertirla en su esposa. Zeus le ordenó a Hades devolver a Perséfone a la tierra de los vivos. El aceptó, pero antes de devolverla, persuadió a Perséfone para que aceptara un regalo, un recipiente con semillas de granada. Algunas historias dicen que lo hizo porque tenía hambre, mientras que otras sugieren que fue por mera educación. Sin embargo, después de comer seis semillas, descubrió, demasiado tarde, que se había tragado la comida de los muertos y que tendría que regresar seis meses al año para servir como la reina de Hades.

En otra fascinante versión de la historia del origen del Edén (de las religiones abrahámicas), fue una granada, no una manzana, la que tentó a Eva. Puesto que las granadas se cultivan con facilidad en el Medio Oriente, donde se supone que quedaba el Edén, tiene sentido que la pomme (manzana) fuera una granada.

Ahora bien, esto no tiene nada que ver con la cena ni con cualquier receta que contenga granadas. Sin embargo, hay una vieja historia, todavía en circulación, que dice que dentro de cada granada hay una semilla del árbol de Edén. ¿La buena noticia? ¡Esta fruta ancestral ya no está prohibida! Y mientras mordemos una semilla, pensemos en cómo nuestros antepasados apreciaron esta fruta por su belleza y su sabor.

Aún si una receta no incluye semillas de granada, no duden en agregarlas a sus ensaladas o platos principales ¡disfruten de su deliciosa acidez y realcen su plato con una agradable tonalidad rubí!

Las granadas eran un elemento básico del mundo antiguo. Hoy encontrarán granadas, jugo de granada y semillas en supermercados, tiendas de alimentos naturales y, por supuesto, en Internet. ¡Disfruten!

Pásate por esto liga ¡para asegurarte de no perderte esta deliciosa receta de ensalada de granada!

<i><b>- Kathryn Kruger para el Equipo del Veggie Fest</b></i>

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