Ingredientes
Direcciónes
Hervir el maní durante unos 30 minutos o hasta que estén blandos. Dejar enfriar.
En una olla grande a fuego medio, poner 2 cucharadas de aceite vegetal y saltear el ajo, la cebolla, el perejil y el orégano hasta que estén blandos, aproximadamente de 3 a 4 minutos.
Agregar las zanahorias y cocinar por 2 minutos más.
Agregar 4 tazas de agua o caldo de vegetales y llevar a ebullición. Reducir el fuego a bajo y cocinar a fuego lento con la olla tapada durante unos 30 a 40 minutos.
Mientras se cocina la sopa, preparar la pasta de maní. Poner el maní hervido en una licuadora o procesador de alimentos y licuar con una taza de agua o caldo hasta obtener una pasta espesa y homogénea.
Verter la pasta en una sartén con 1 cucharada de aceite. Agregar la cúrcuma y revolver durante 2 a 3 minutos.
Agregar la mezcla a la olla de sopa, revolviendo para integrar.
Poner el aceite restante en una sartén y tostar la pasta mostaccioli. Revolver constantemente para evitar que se queme. Esto ayuda a que la pasta mantenga su forma mientras se cocina en la sopa.
Agregar la pasta a la sopa en los últimos 15 minutos de cocción.
Antes de servir añadir las papas cocidas y los garbanzos. La consistencia de la sopa debe ser espesa.
Probar la sopa y agregar sal si es necesario.
Si se desea una sopa más diluida, agregar el agua o caldo restante hasta obtener la consistencia deseada.
Servir en tazones, adornada con perejil picado.
Nota:
Hay muchas variedades regionales de sopa de mani, dependiendo de a quién le preguntes. Algunos piden pasta, otros arroz, otros papas y guisantes, y otros usan pimientos rojos y apio.
En Bolivia, un país en el corazón de América del Sur, se come sopa casi todos los días. Servido al mediodía, una comida principal típica consta de dos platos, sopa y segundo, que se traducen como sopa y segundo (refiriéndose al segundo plato). Esta es una de las versiones más populares de un favorito nacional.